El amor y el sexo, nos hace sentir especiales y en conexión con otra persona. Es una práctica muy agradable y que nos deja muchos recuerdos y experiencias. Sin embargo, es importante promover una forma respetuosa de relacionarnos para disfrutarlas plenamente.
Puede ser que desees mucho a esa persona, que en cuanto se presta la oportunidad no piensas en otra cosa más que en saciar tus ganas, que lo hayas imaginado mucho y tengas muy claro todo lo que quieres que pase, pero recuerda que esa otra persona también tiene sus deseos y expectativas igual que tú. Puede ser que aquello que imaginas le incomode, no se sienta preparado o preparada, pero ¿cómo vamos a saberlo si no lo hablamos?
No es que las relaciones humanas sean complicadas, es que complicamos las cosas… tenemos una gran dificultad de expresar lo que de verdad sentimos o queremos.
Si nuestro comportamiento al tener relaciones sexuales con otras personas es egoísta , podemos dejar heridas muy fuertes en alguien. Lo mismo pasa al revés, no debemos suponer que la otra persona por el hecho de estar con nosotrxs ya tiene consciencia de todo lo que nos pasa y sabe perfectamente cuando algo nos molesta.
Podemos tal vez tener muchos intereses y anecdótas en común, pero al final somos personas individuales con una historia particular que impacta en la manera en que nos relacionamos con la demás gente.
PRIMERO TENGO QUE CONOCERME
¿Qué nos gusta? Y ¿qué no nos gusta? Antes que nada y que todo, necesito conocer mis límites, mi cuerpo, mis inseguridades, saber qué cosas harían mi experiencia en el contacto íntimo mucho más gratificante, saber que nunca haría, que me hace sentir incómoda o incómodo. Tener esto en cuenta podría evitar que termine haciendo algo que no me guste o para lo que no me sienta lista o listo sólo por complacer o por presión.
En la medida de lo posible, denota desde el principio tus intenciones y comunícalo con esa persona importante para ti.
RESPETA LAS DECISIONES DE LA OTRA PERSONA
Estamos de acuerdo en que tenemos que conocer lo que queremos y lo que no queremos para poder comunicarnos mejor, pero esto no es una batalla entre lo que yo quiero y lo que quiere la otra persona.
Escucha lo que te dice, antes y durante la relación sexual y afectiva. No insistas, ni trates de manipular a la otra persona para que ceda a tus deseos.
A veces la honestidad no es bien recibida, a veces puede pasar que no estén de acuerdo en algo que para ti es muy importante y necesario, en algo que quieres vivir con esa persona a nivel sexual o afectivo. Es probable que eso de por terminado una relación o que no se concrete, puede ser una experiencia dolorosa y decepcionante, pero el cuidarse mutuamente de cualquier herida que pudieran provocarse es un acto de amor muy genuino.
Los vínculos amorosos, tienen un gran impacto en nuestras vidas. Estos momentos íntimos con alguien pueden enseñarte mucho sobre ti, y puedes compartir momentos inolvidables con alguien.
¡Vamos a disfrutar, vamos a querernos, vamos a conocernos, pero no vamos a lastimarnos, vamos a reinventar la forma en que nos enamoramos, libre de dolor, rencores y egoísmo!
“Pese a que nos quieren hacer creer que el romanticismo es un asunto privado e individual, lo cierto es que el amor no es un virus ni una enfermedad a la que una ha de enfrentarse en solitario. No estamos condenados a padecer el hechizo del amor que nos roba el juicio y la sensatez, que nos quita horas de sueño, que nos hace infelices y desgraciados, que nos enloquece y nos enajena sin que podamos hacer nada por evitarlo. Se puede sufrir menos y disfrutar más del amor, es cuestión de ponerse manos a la obra." En Otras formas de quererse son posibles de Coral Herrera.
― Tania Muñoz
Comments