Hace unos días pasó la semana de la menstruación, que tiene la intención de sacar del tabú a la menstruación, es decir, poner sobre la mesa los problemas que vivimos las personas que menstruamos en esta sociedad. Tiene como intensión desmitificar muchas ideas erróneas que hay alrededor de la menstruación, entre muchas cosas, que la sangre es sucia, que las mujeres nos volvemos más emocionales y que por eso no tenemos la capacidad de tomar decisiones razonables, es decir, que el sangrar, nos nubla la razón o, por ejemplo, malos diagnósticos que se les dan a las personas justificando que son cólicos, cuando en realidad tienen otras enfermedades.
Estas ideas son muy antiguas y surgieron hace décadas a partir de la ignorancia, la necesidad de callar y segregar a las mujeres, pero, sobre todo, el desconocimiento de lo que ocurría realmente en el cuerpo de las personas que menstruamos. Este desconocimiento era sobre todo por parte de las personas que tenían el privilegio de hablar en esos tiempos,
mientras tanto las personas menstruantes se daban a la tarea de entenderse, conocerse y sanarse, por eso podemos ver muchos remedios en los pueblos indígenas para sanar algunas molestas.
Afortunadamente, desde hace años se han abierto espacios de debate, investigación y divulgación sobre la menstruación y en verdad que es un tema muy amplio y complejo. Se podría hablar de los productos para la gestión menstrual, que hay infinidad, por cierto; o de las afecciones como la endometriosis, de las hormonas y como afectan a las emociones de algunas personas. Se podría hablar también sobre la experiencia de las personas que menstrúan y no son mujeres o qué ocurre en los cuerpos de las mujeres que no menstrúan, y un largo etcétera que da para hablar días y días.
Un momento, ¿Sabías que no sólo las mujeres menstrúan y no todas las personas que menstrúan son mujeres?
¡Si tu respuesta es no, checa este blog!
Una de las grandes discusiones alrededor de la menstruación es sobre la higiene menstrual, pues es un concepto que se discute desde hace tiempo. Si nos damos a la tarea de investigar a qué se refiere la higiene, podemos encontrar que tiene que ver con el aseo, la limpieza, quitar la suciedad y justo esas ideas son el gran problema.
Este término sigue reforzando la idea de que la menstruación es sucia, que hay que esconderla y tenerle asco, que las personas que menstruamos debemos asearnos, perfumarnos y hasta medicarnos para estar limpias y sonrientes. ¡Que nadie se dé cuenta que alguien está menstruando!
¿Has puesto atención a un comercial de productos para la menstruación? La próxima vez que veas uno, pon atención a las palabras e imágenes que usan. Palabras como “en esos días”, “para sentirte libre”; las personas que ahí aparecen utilizan ropa de colores claros, dando una idea de limpieza y pulcritud, el discurso se centra en que pasemos lo mejor posible en los días de sangrado, como si la menstruación fuera algo tortuoso y esos productos vinieran a salvarnos.
Ese tipo de discursos le sirve a la industria que produce todos esos productos desechables para la menstruación, pues si nos creemos la idea de que la menstruación es lo peor que nos puede pasar cada cierto tiempo, que es sucia, que es vergonzosa, pues seguramente recurriremos a esos productos que prometen hacerte la vida más amable “esos días”.
Para combatir esas ideas y discursos que nos hacen sentir mal, que nos hacen pelearnos con nuestra menstruación, algunas personas proponen otros conceptos en lugar de higiene. Por ejemplo, cuidado menstrual, como propuesta de buscar formas o productos que nos hagan relacionarnos mejor con ese proceso natural de nuestro cuerpo, que nos hagan sentir menos incomodidad con el sangrado.
Conocer nuestro cuerpo, saber cómo es físicamente, cómo funciona, cuál es el ciclo menstrual, es un gran comienzo para entender el funcionamiento de nuestro cuerpo.
Entender que menstruar no debe ser doloroso, que los famosos cólicos a veces son síntomas de lago más y que no siempre son normales. Por ejemplo, ¿Sabías que la endometriosis es una enfermedad que afecta a las personas que menstrúan y muchas veces no se diagnostica a tiempo porque se piensa que esos fuertes dolores son solo cólicos comunes del ciclo menstrual? Y como la endometriosis hay otros trastornos que suelen pasarse por alto, porque los síntomas se relacionan con el hecho de menstruar.
Es verdad que para muchas personas el hecho de menstruar puede ser muy frustrante, pero la invitación no es a que comencemos a amar nuestra menstruación, la invitación es a no tener una relación con ella de odio. La idea no es pensar que es lo más maravilloso que puede pasar y mostrarla con orgullo, sino a menstruar dignamente, a respetar las diferentes formas de vivir la menstruación y sobre todo a menstruar sin vergüenza.
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