Cuando de placer se trata, hay muchos objetos que pueden ayudarnos a disfrutar mucho más en las relaciones sexuales, ya sea de manera individual o en pareja. Hay gran variedad de juguetes sexuales, de todo tipo y para todos los gustos. Pero ¿hace cuánto se utilizan?
No son un invento reciente. Sorprende saber que han existido desde civilizaciones antiguas, en culturas como las árabes, polinesias, chinas, en el oriente medio, Grecia y seguramente muchas otras.
Es seguro que, si por ejemplo menciono la palabra olisbo no sabrás de lo que hablo. Pues bien, los olisbos hacen parte de la cultura griega, la palabra traduce a “resbalar” o “deslizar” y eran dispositivos elaborados en cuero, madera o cerámica. Los olisbos eran usados como juguetes sexuales y las mujeres les aplicaban aceite de oliva para lubricarlos antes de introducirlos en la vagina.
Con el tiempo los objetos que se usaban para potenciar el placer fueron cambiando, el olisbo hoy se conoce como dildo (objeto con forma de pene) o consolador.
Esta última palabra es muy usada, pero te has preguntado ¿a quién consuela? o ¿de qué?
Consolador viene del verbo consolar, es decir, aliviar la pena o el disgusto de una persona. Al parecer se les conoce así desde épocas atrás cuando el deseo sexual femenino era considerado una enfermedad, para “aliviarse” las mujeres debían recibir tratamiento usando los consoladores, masajes pélvicos, lavaje vaginal y otras técnicas que les permitiera llegar al orgasmo.
De ahí surge la idea de que los juguetes sustituyen al pene y que se usan cuando no se tiene acceso a eso que “supuestamente” hace falta para sentir satisfacción. Así mismo van surgiendo tabús, pues todo lo que usemos para el placer que esté fuera del coito pene/vagina no es válido, es sospechoso o hasta clandestino. Digo clandestino en el sentido de que, por ejemplo, aunque hay tiendas físicas que se ven muy abiertas, aún hay algunas que se sitúan en rincones y lo más oscuras posibles.
Nuestra cultura nos ha enseñado que es vergonzoso buscar placer abiertamente, entonces cuando vamos a estas “sex shops” (que por cierto tienen un nombre curioso, como si lo que vendieran fuera sexo y no artículos para el placer sexual) debe haber una discreción un poco incomoda, absurda e incluso aún se siente pena al entrar, la autoexploración y exploración en pareja sigue siendo un tabú, algunas personas con pene consideran que el pene es la única fuente de placer.
En realidad, los juguetes sexuales deberían tener más protagonismo, son una parte importante del placer.
Usarlos en solitario puede ser más cómodo, no es necesario conciliarlo con alguien más, puedes usarlos cuando quieras y nadie tiene porque saberlo. Sin embargo, compartirlos también puede ser emocionante. Usarlos antes o durante la interacción física con tu pareja provoca mayor excitación y por ende mayor placer, además ayuda a mejorar la comunicación y a construir el consentimiento, recordemos que quienes participen deben estar de acuerdo.
Como lo mencioné anteriormente, hay juguetes sexuales de todos los tipos, Aquí algunos de los más conocidos:
los dildos, vibradores, succionadores de clítoris, dildos dobles, arneses, bolas intravaginales, dilatadores anales, tapones anales, masturbadores y anillos para las personas con pene, es importante mencionar que no todos los juguetes sexuales son para la penetración, por ejemplo, hay plumas para acariciar, látigos, muy importante los lubricantes. A parte de estos objetos, tenemos otros que se pueden usar con el mismo propósito, por ejemplo, pañuelos para vendarse los ojos, corbatas, y lencería comestible. Si de comida se trata, la miel, el chocolate, las frutas o verduras con formas fálicas, etc.
En la variedad está el placer dicen por ahí. Solo recuerda que, si le apuestas a la creatividad, no olvides que los objetos que introduzcas en la vagina o el ano deben estar limpios y en el caso del ano deben tener un tope que impida que el cuerpo los succione, si esto sucede, debes ir al hospital inmediatamente, y no te preocupes que estos casos suceden a menudo.
Atender a tu propio deseo de seguro será algo positivo para ti. Si quieres atreverte a probar algo nuevo, puedes ir a una sex shop, sin miedos, vergüenza y mucha curiosidad, seguro te asesoraran bien. Los juguetes sexuales pueden ampliar sensaciones, encender el deseo y sumarle al placer, sin embargo, recuerda que si en el momento que uses un juguete o hagas parte de un juego sexual no sientes comodidad, es mejor que no continúes y realices algo con lo que te sientas más a gusto.
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