Mi primera menstruación fue a los 14 años. Salí del baño muy asustada, aunque mi mamá ya me había advertido e incluso habíamos conversado un poco sobre lo que me iba a suceder…aun así no entendía muy bien qué significaba.
Vinieron las felicitaciones: “ya sos señorita”, “felicitaciones ya sos una mujer” pero yo me sentía confundida. Mi papá, con mucha vergüenza también me felicitó. Mi mamá comenzó una ficha donde anotó prolijamente la fecha y arregló una consulta con la ginecóloga.
Pasaron seis meses sin novedades luego de la menarca. Yo ya estaba en el colegio secundario y yendo al baño sentí algo húmedo ahí abajo… por suerte usaba esas toallitas para “todos los días” que evitó que se manchara la ropa interior.
Mucho dolor en el vientre y muchos días de sangrado me hicieron sentir que no me gustaba eso de “ser señorita”.
Mi mamá sufría de menstruaciones muy abundantes, sangraba muchísimo cada mes y a veces hasta sufría desmayos (muchos años después supo que tenía que ver con un fibroma que con el tiempo fue desapareciendo) así que mis meses eran de toallitas femeninas con el agregado de lonjas de algodón. Todo muy incómodo y poco práctico.
Las toallitas fueron cambiando: con alas, sin alas, con perfume y sin perfume, diurnas y nocturnas. Probé usar los tampones, pero me resultaban molestos, así que prefería “esos días” no meterme a la piscina al mar si justo me tocaba en vacaciones…
hoy seguramente elegiría disfrutar.
Pasaron muchos años desde ese primer día, ya estoy en la perimenopausia y mi ciclo hoy es muy irregular: un mes no menstrúo, dos sí, a veces apenas sangro y otras fluye mucha cantidad. Aprendí a usar la copita menstrual, a conocer mejor mi cuerpo y hasta en breve probaré la ropa interior para el ciclo menstrual. Fui madre y no menstrué durante esos 9 meses y durante casi el mismo tiempo luego de haber parido.
Mi cuerpo cambió, aprendí a conocerlo mejor, a sanar mi menstruación, a reconciliarme con el ciclo.
Cuando era profesora en una escuela empecé a dar Educación Sexual y uno de los temas que más me gustaba explicar era la menstruación, porque sabía que era temida, que había muchos mitos y prejuicios. Hoy además decidí crear un juego para que la menstruación “salga del closet”, y pueda ser vivida de una manera más libre, más sana.
Me gustaría que quienes menstrúan (sean mujeres o varones trans) puedan disfrutar de su ciclo sin tantos prejuicios, miedos y mitos.
¡Por una menstruación más libre y consciente!
― Laura Canals
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