No todas las mujeres menstrúan, y no todas las personas que menstrúan son mujeres. Esto es lo primero que debemos entender para ser personas más empáticas ante personas trans, no binarias y mujeres cis-género del mundo.
El concepto cultural de la menstruación es diferente para cada quien. Hay algunas personas que ven la primera menstruación como la transición de niña a mujer, esperándolo con ansias; otras la ven como un proceso natural que tenía que llegar, o una molestia a la cual deben acostumbrarse.
Pero para algunas personas que no se identifican con el género femenino, pero viven en un cuerpo de sexo femenino, la menstruación puede representar otra razón por la cual sentir disforia de género y confusión ante cómo vivir su día a día como persona trans o no binaria con una función corporal, típicamente relacionada al género femenino.
Algo tan sencillo como entrar a un baño público de hombres para cambiar o poner un producto de menstruación puede causar gran ansiedad.
Hay algunas personas trans o no binarias que pueden y deciden utilizar métodos hormonales para disminuir o alterar el ciclo menstrual, sin embargo, no todas las personas pueden acceder a estos servicios o inclusive si pueden, no necesariamente se eliminará por completo el sangrado, y deben vivir con su menstruación. Es importante entender que, sin importar el estado de su ciclo, su género no es más, o menos válido.
De la misma manera, hay mujeres cis-género a las cuales no les llega la menstruación o les llega muy poco a causa de desórdenes hormonales u otras diferencias en el cuerpo. Por el otro lado, hay mujeres que viven varios años con su menstruación, pero a causa de una situación médica, como es el cáncer de cuello uterino, deben llevar a cabo una histerectomía, en donde remueven el útero para salvar la vida de la mujer.
A cause de procedimientos así, no pueden menstruar. Igualmente, que a una mujer cis-género le llegue o no la menstruación, no la hace más, o menos mujer. También debemos tener en cuenta que a las mujeres trans no les llega el período, y que tampoco las hace menos mujer.
Tu menstruación no te define. No define cómo te identificas o quien eres.
Hay personas trans o no binarias que sienten incomodidad, además, por la manera en que se presentan los productos de menstruación, también conocidos como productos de higiene femenina. A menudo son presentados en comerciales, únicamente para mujeres cis-género, con ropa interior típicamente de mujer, y de colores y olores estereotípicamente de mujer.
Sin embargo, hay compañías e individuos que están creando productos de menstruación neutros; no todos necesariamente tienen que ser rosados o tener flores, a menos que eso te guste. Han creado ropa interior típicamente de hombre, como boxers, con poder de absorción o toallas reutilizables con colores neutros.
En Colombia, las opciones son más limitadas, pero existen. Por medio de páginas de Instagram o Facebook se puede encontrar personas que elaboran toallas reutilizables, y se les puede pedir hacer unos con diseño neutro. Otra buena opción es la copa menstrual porque se inserta y la persona no tiene que ver ni pensar en su menstruación hasta por 12 horas.
La manera en que nosotros concebimos la menstruación también puede aliviar un poco la ansiedad relacionada a ella.
La menstruación no es algo sucio y no contiene toxinas; simplemente tiene baja concentración de sangre, tejido uterino, revestimiento mucoso ¡y ya!
Además, el flujo vaginal que viene con la menstruación se compone, más que todo, de agua con electrolitos y algunas proteínas. Es un proceso natural, como la digestión, no tenemos por qué relacionarla con algo sucio o anormal, es simplemente otro proceso más del cuerpo.
También cabe recordar que, sin importar nuestro género, tenemos un cuerpo y debemos cuidar de ese cuerpo. Aunque una persona sea trans o no-binaria, igual debe llevar a cabo los cuidados del cuerpo, como son la citología, autoexamen de senos y testículos por protuberancias/cambios notorios, y examen de próstata.
Por último, de la misma manera en que debemos cuidar de nuestra salud física, debemos cuidar de nuestra salud mental. Hay grupos de apoyo y profesionales equipados para ayudar a navegar la vida y vivirla de la manera más auténtica y segura posible, nadie tiene que travesar el océano vasto de la vida sin compañía ni herramientas.
Así que, la próxima vez que pienses en la menstruación, te invito a pensar en personas únicas con cuerpos únicos que funcionan de diferentes maneras, sin asco y sin pena.
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