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  • Foto del escritorMi Cuerpo/Min Krop

Querer vivir y vivir en depresión

Actualizado: 7 ago


“A curso de los días llega la melancolía como las olas del mar

Algunos días sí te estiran y atormentan tu armonía,

Pero con la calma se van, y cuando somos fuertes,

Nos devora el temor de seguir"


Fotografía, Jumbo.


Despiertas, el sol te incomoda, tienes sed, ganas de orinar, te ves en el espejo y no reconoces a esa persona, la vida te parece una mierda, sabes que el resto del día será una batalla entre fingir estar bien y querer que pase sin vivirlo, es uno de esos días que les dan razón y sentido a todos esos pensamientos que no te dejan dormir, a esas incontables vueltas en la cama y a las ganas de gritar desesperadamente en busca de ayuda.


Nada te alienta, ni siquiera el saber que muchas personas te aman (eso es lo de menos) tu mundo se hace tan pequeño que te crees insignificante y que no mereces ni el más mínimo aliento de bienestar ¿Me entiendes?


Si estás leyendo esto y me entiendes, te identificas, o te está pasando, por favor, busca ayuda profesional. Si no es así, también pon atención porque es muy probable que una persona cercana a ti padezca depresión, ansiedad o algún trastorno psicológico.


Según las estadísticas:

Ilustración: Carolina Peralta
Ilustración: Carolina Peralta

- 450 millones de personas en todo el mundo se ven afectadas por un problema de salud mental que dificulta gravemente su vida.


- Alrededor de 350 millones de personas en el mundo viven con una depresión.


- Aproximadamente 4.7% de la población colombiana padece depresión; son más de 2 millones de personas.


- En el 2015 la Organización Mundial de la Salud aseguró que para el 2020 la depresión sería el padecimiento más frecuente en todo el mundo, incluso más que el cáncer o enfermedades cardiovasculares.


Estas cifras son alarmantes ya que estamos hablando de todo tipo de población, incluyendo la joven. La depresión afecta fuertemente de manera negativa la vida de las personas que la padecen. No se trata de cobardía o de querer llamar la atención, sino de falta de atención profesional.


Hoy tengo 32 años, desde los 15 años padezco trastorno de depresión y ansiedad. No le di la importancia de atender este problema hasta hace dos años. Fue entonces cuando me di cuenta de que era una enfermedad seria, ya que, de un momento a otro, sin razón aparente, caía en una profunda angustia que se acumulaba con el paso del tiempo y sobrellevaba pensando que pasaría pronto, hasta que pasaron algunos meses de insomnio, encierro, falta de apetito, desinterés por todo lo que me rodea.


Sentía que no podía más, me sentía derrotado y me di cuenta de que el problema me sobrepasaba.


Que la sonrisa era una máscara que me ponía diario, pero al llegar a mi casa, a mi habitación, esta se quebraba y tenía que lidiar con la soledad.


Sin embargo, con la labor de aceptación, terapia psiquiátrica y la ayuda de mis seres queridos, he logrado sobreponerme a esos sentimientos.

Mi familia y amigos se dieron cuenta de que algo no estaba bien en mí desde hace tiempo y me convencieron para ir a terapia psiquiátrica -la mejor decisión que pude tomar- al principio me costaba trabajo aceptar los antidepresivos y ansiolíticos, pero descansaba, dormía y estaba tranquilo.


Con el tiempo aprendí a llevar una vida “normal”, de vez en cuando me llega la desesperanza y la desgana, pero es más pasivo y puedo afrontarlo porque entendí que para resolver este problema clínico, no debemos callar,


debemos aprender a expresar lo que nos está pasando, aunque sea difícil y no te entiendan.

Ser constante en la terapia es una de las claves para una rehabilitación emocional, también es válido probar todo tipo de alternativas y no agotarse, sobre todo esto último. Dentro de este caminar encontré la psiquiatría que en palabras simples y resumidas podría decir; que es parecida a la terapia psicológica, pero con medicamento controlado y consultas específicas; aunque es importante acompañar la terapia psiquiátrica con la psicológica.


Aclaro que cada quien tiene su proceso y su alternativa para poder mejorar el estado de ánimo, llámese depresión, ansiedad o algún otro trastorno psicológico.


Si sientes desánimo, cansancio, desinterés repentino por todas tus actividades, sueño, falta de energía, baja autoestima, ganas de llorar, si sientes que no puedes más; busca ayuda, acércate a alguien que te escuche, no temas a la vulnerabilidad, aceptemos que hay algo que nos está comiendo el ánimo y la vida, un enemigo invisible que se llama depresión.

Tlatoani Garnica


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Líneas de apoyo gratuitas en Colombia

192, opción 4

Línea 106

Chatea por Whatsapp 300 754 8933

ICBF 141

Cruz roja: Chatea por Whatsapp 310 286 5684

01 8000 110 900


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