VIH, PREP y salud mental

Desde el año 1983, se conoce al VIH como Virus de Inmunodeficiencia Humana. Inició siendo el “Cáncer Rosa” y ese fue el punto de partida para el estigma mundial que sigue tan vigente – sobre todo en Latinoamérica – donde las políticas públicas, no sólo de acceso y tratamiento, sino también de prevención al VIH, siguen siendo sólo una promesa vacía, al menos en México:  una mentira. Algo que se atiende cada vez que hay protestas.  

Mientras muchas autoridades y gobiernos de todos los niveles prefieren ver hacia otro lado, la comunidad científica al igual que el activismo han volteado a ver las nuevas formas de prevención del VIH en México. Desde 2015, existió un protocolo al que llamaron IMPREP: la implementación de la profilaxis pre exposición (PrEP) en México. En un principio participaron alrededor de 200 a 300 personas, sin embargo, desde el año 2020 este protocolo se convirtió en un programa de atención que incluyó a los servicios comunitarios que radican en la Ciudad de México y Guadalajara.  

A partir de ese año, la implementación de la profilaxis pre exposición fue una realidad en México, aunque sea en dos estados de la República. Dicha profilaxis puede tomarse en dos diferentes modalidades: La toma diaria y toma en demanda o por evento (2-1-1) que es uno de los métodos de prevención más eficaces actualmente para evitar la transmisión del VIH, por esto mismo, dicho método de prevención actualizado también puede y debe estar disponible para su toma en jóvenes y adolescentes.  

Desde el año 2015 existe evidencia científica que comprueba que una persona viviendo con VIH, que está en tratamiento antirretroviral, puede alcanzar un estado de indetectable.

Este estado de indetectabilidad significa que, la persona con VIH no puede transmitirlo, aún sin usar condón en sus relaciones sexuales. La adherencia al tratamiento antirretroviral, es básicamente tomar el medicamento todos los días a la misma hora, acudir a las citas médicas y seguir un régimen de vida saludable, lo cual ayuda a lograr la tan deseada indetectabilidad, porque indetectable es igual a intransmisible (I=I.)  

Si tomamos en cuenta estos avances de la ciencia en materia de VIH, podríamos decir que el VIH puede dejar de ser pronto un problema de salud pública, sin embargo, la desinformación, de la mano de la poca importancia que tiene para el gobierno –no sólo de los métodos de prevención actualizados disponibles en el sistema de salud pública, sino también de informar de la importancia de tener una prueba de detección de VIH a tiempo, ingresar a tratamiento, mantener la adherencia y tener medicamento siempre disponible en las farmacias públicas– estos obstáculos no permiten que la indetectabilidad sea conocida y entendida por cualquier persona, el acceso a esa información es la antesala para luchar contra los estigmas, los prejuicios, y la ignorancia.  

En la actualidad estar indetectable es estar tranquilo, la indetectabilidad no debería ser el máximo fin, la meta debería de ser vivir tranquilos, vivir libres, vivir cómodamente con nuestra sexualidad y el ejercicio de ella para las personas que no viven con VIH.

Debería siempre haber medicamentos disponibles para profilaxis tanto post como pre exposición, además de una política pública encaminada a la igualdad de las personas positivas, y también sistemas de salud públicos robustos que pudiesen albergar a las personas diversas, jóvenes y adolescentes que necesitan un método de prevención más allá de la compañía de un adulto. 

El día que todo esto sea una realidad, México será otro país; un país en donde no solamente las personas que vivimos con VIH podamos tener igualdad de derechos y de oportunidades de acceso a tratamiento público gratuito, sino también para que todas aquellas personas y poblaciones mayormente en riesgo de adquirir VIH y otras ITS puedan ingresar a cualquier modalidad de prevención sin la violencia institucional, sin la ignorancia dentro de los consultorios, sin las preguntas y prejuicios, pero sobre todo con la salud mental para poder vivir una sexualidad libre, informada y sin estigmas. 

-Alain Pinzón